Ansiedad por el cambio: los momentos más y menos propicios para desarrollar ansiedad

Respuestas de Supervivencia
En fin, para analizar todos los componentes del Mundo: las amenazas ambientales, los riesgos asociados al desarrollo de nuevas tecnologías, los ataques terroristas y, por sobre todo, el clima de inestabilidad Global que caracteriza a la vida contemporánea, se traducen en una epidemia de miedos.
Lo importante es no entregarnos al miedo. Nuestra historia como seres humanos demuestra que somos animales que podemos adaptarnos y superar las adversidades. A veces solos y otra con ayuda; así que a no resistirse y aceptar la ayuda de la familia y de los profesionales cuando los miedos nos complican.
Miedo y fobia al cambio
El miedo a menudo nos paraliza, todos lo sabemos y en algunos casos nos anula completamente. En mayor o en menor medida hemos aprendido que el cambio nos genera miedos. Y es bien conocido que nos defendemos del miedo generando un “status quo”.
El miedo nos invita a la búsqueda de seguridad. Tal como dijo el genial Fiodor Dostoyevsky, en Crimen y Castigo: “Es raro que lo que más inspire MIEDO al hombre sea aquello que lo aparta de sus costumbres”.
A diario escuchamos en la consulta, por ejemplo: “Sé que con mi pareja no va más pero no me animo a cambiar…”; “El puesto que me darían me convendría en un montón de cosas pero no me animo”; “Me gané un viaje en avión pero no me animo a viajar, me da miedo”, etc.
También podemos mencionar a la Neofobia Alimentaria Infantil, que lleva a que los niños se resistan a ingerir nuevos alimentos o desconocidos para ellos. Así como los fagofóbicos, aquellos que tienen temor a atragantarse. A su vez, la Nomofobia es el miedo irracional a salir de casa sin el teléfono móvil. El término es una abreviatura de la expresión inglesa «no-mobile-phone phobia». Es el terror a la Incomunicación.
Pero los cambios llegan queramos o no. Crecemos y cambiamos involuntariamente, nos vinculamos y cambiamos, aprendemos y cambiamos, nos enfermamos y cambiamos, fallecen nuestros seres queridos y cambiamos. Pero según cuáles sean nuestros miedos cambiaremos más o lo haremos menos.
La seguridad que nos brinda una supuesta estabilidad, muy a pesar de que nosotros no estemos completamente a gusto, se convierte en la modalidad constante. El famoso “malo conocido que bueno por conocer” se convierte en norma. Pero los cambios que la vida nos propone pueden mostrarnos nuestra incapacidad a superarnos.
A veces creemos que es la incapacidad a adaptarnos, pero la dificultad consiste en asimilar dichos cambios. Pero que es la vida sino una eterna secuencia de cambios. Muchos de ellos muy a pesar nuestro. El miedo aborrece la sensación de incertidumbre. El cambio está en la forma de interpretar dicha incertidumbre: o como una opción para lo desconocido o como una invitación a lo seguro (más de una vez empobrecido).